Al observar a los artesanos mexicanos de la región de Oaxaca, es fácil darse cuenta de la gran diversidad de textiles indígenas que existen.
Cada pueblo tiene su propia especialidad según el material (algodón, lana, seda, etc.), la técnica utilizada (telar de cintura o telar de pedales) o el tipo de pieza (camino de mesa, tapete, “huipil” (blusa mexicana), entre otros).
Pero este día nos enfocaremos el algo muy característico de Oaxaca, específicamente lo que hace famoso a Teotitlán del Valle y no referimos a los tapetes de lana.
El pueblo de Teotitlán del Valle es reconocido por el mundo entero debido al tejido del tapete de lana. Ahí todo está hecho a mano desde el teñido de las fibras hasta la confección.
Este trabajo es una herencia de la cultura indígena que se transmite de generación en generación, merece ser bien conocido y apoyado.
Teotitlán del Valle es un pequeño pueblo de 5,000 habitantes. El nombre es náhuatl y significa “Tierra de los dioses” y es uno de los lugares que llama más la atención a los visitantes del estado de Oaxaca por supuesto por la artesanía que elaboran en ese sitio.
Se dice que fue la primera ciudad fundada por los zapotecos, un pueblo que se desarrolló considerablemente en la región de Oaxaca. Los primeros zapotecos se establecieron en la región alrededor del año 1,500 AC.
El mismo Benito Juárez, ex presidente de México, era de la región zapoteca. Aproximadamente 400,000 personas hablan el idioma zapoteco aún en nuestros días.
Elaboración muy artesanal
La elaboración de los tapetes inicia con obtener la materia prima: la lana. Los tapetes eran tejidos a partir de materias primas vegetales (yucca, palma, algodón) antes de la conquista española. Luego los españoles introdujeron materias de origen animal como seda y lana que todavía son utilizadas en Teotitlán del Valle.
Una vez obtenida la lana se procede al cepillado de forma manual, posteriormente esta debe ser hilada y ordenada en grandes manojos que sean fáciles de manipular, posteriormente se tiñe.
Para ello algunas familias de tejedores reproducen el conocimiento técnico ancestral y utilizan únicamente tintes naturales hechos de plantas o animales.
A pesar de que los productos artificiales tiñen más rápidamente y tienen una gama de colores más vivos que los tintes naturales, sin embargo, son también más contaminantes para el ambiente y tóxicos para los tejedores, por lo cual evitan el uso de estos.
Como lo mencionábamos los artesanos procuran utilizar colorantes orgánicos, dando como resultado en su gran mayoría colores naturales, estos son los más valorados en el mercado, pero aun así encontramos colores artificiales que se logran distinguir por su brillo.
Es importante identificar los colores naturales de estas piezas ya que estos le darán un mayor valor tanto económico como artístico, por su proceso de elaboración artesanal al 100%, estos se obtienen de plantas e insectos como son: añil, huizache, cochinilla, musgo de roca, índigo, flor de cempasúchil y más…
Luego de que la lana se pinta es tejida. Los españoles también importaron telares coloniales llamados “de pedal”, estos artefactos permiten tejer tapetes hasta 3 metros de largo y contribuyeron a desarrollar rápidamente la fabricación de textiles.
Una vez, que conoces estas nociones básicas, aquí tienes otros aspectos que debes saber para realizar una elección sostenible:
- El precio: un tapete natural puede ser lo doble de caro que un tapete teñido químicamente. Eso se explica porque el teñido natural es un proceso más largo y complejo que el teñido artificial. Por ejemplo, para teñir una lana de rojo con cochinillas, el proceso dura tres días en comparación con un solo día que necesita con el colorante químico. El tinte natural azul se obtiene a partir de la planta índigo o “añil” que solo se produce una vez al año.
- Los colores: son más vivos para los tintes químicos y más neutros y pasteles para los tintes naturales. Al respeto, a veces no es fácil saber la diferencia, a veces es fácil se engañado, por lo cual debes analizar a detalle las opciones.
- Los vendedores: tal vez es el aspecto más importante, es necesario conocer todo el trabajo que hay de tras de cada pieza puesto que así se puede justificar el precio de cada objeto por las horas de trabajo, el material utilizado y el diseño. Debemos tener en cuenta que los artesanos fabrican todo a mano de la manera más natural e incluso algunos ¡reciclan el agua del teñido!
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