La economía solidaria o economía social es un modelo para buscar el bien común.
Son un conjunto de prácticas para la distribución, consumo de bienes y servicios centrado en el ser humano y cuyos valores son la autogestión, autonomía, educación, equidad, transparencia, ayuda mutua, cooperación entre personas y el compromiso con la comunidad, destacando la solidaridad humana traducida en la preocupación por los demás para lograr el beneficio común.
Los beneficios de esta economía se ven reflejados en las comunidades en donde se encuentra, ya que reúne los recursos y capacidades de muchas personas generando un espíritu colaborativo y la participación de la sociedad, fortaleciendo las actividades productivas.
Es momento de la unidad y de que trabajemos en solidaridad para disminuir en la medida de lo posible, las consecuencias económicas derivadas por la actual contingencia por el COVID-19.