Las manos de los artesanos tienen reminiscencia; con destreza y cálculo entrelaza “listones” de carrizo para formar desde utensilios hasta artículos modernos, pero de donde proviene esta maravillosa actividad, hoy indagaremos un poco más sobre el origen de las artesanías de carrizo.
En muchas ocasiones este oficio se aprender “desde la cuna”, ya que desde temprana edad se ven inmersos en la actividad de la elaboración de artesanías de carrizo por sus padres u otros antecesores generacionales. Dentro de las artesanías de carrizo podemos encontrar tanto piezas tradicionales, como canastos, tortilleros y cestos hasta piezas más modernas como lámparas, saleros, botellas, portarretratos, vasos y hasta en joyería.
Lo primero que se debe aprender es a ir al campo y recolectar el insumo básico (carrizo), posteriormente a remojar los hilos previamente cortados del carrizo, a quemarlos, seleccionarlos.
El oficio tiene su chiste, es algo complicado, pero no difícil, porque inclusive se debe saber hasta como tomar el mazo de madera para aplanar los hilos de carrizo.
Para dejar más claro lo laborioso que es crear estas piezas, a continuación, te detallamos el proceso.
El artesano acude al campo por carrizo, se selecciona la vara que esté recta, pues si tiene alguna curvatura, no es útil para la elaboración de los artículos; ya que lo corta, regresa a su vivienda, donde lo limpia de las impurezas.
Con la ayuda de sus herramientas, el carrizo se corta en pedazos, algunos más finos que otros, todo dependerá del objeto a realizar.
Para poder moldearlo, es necesario remojarlo por unas horas, sobre todo para evitar que este se quiebre; es necesario que el carrizo sea “tierno”, es decir, que conserve un color verde, porque al secarse, el color se torna café.
Para alcanzar una tonalidad más oscura y combinarla con otros colores, se pone a las brasas unos segundos.
El carrizo chico, el que apenas está creciendo en el campo, sirve para la elaboración de aretes, pulseras o collares; nada se desperdicia, porque incluso aquel que no se ocupe, puede servir de abono.
Para una canasta o basurero, se coloca el carrizo previamente aplanado en forma de estrella; eso será la base del artículo, enseguida ocupa sus manos para entrelazar “listones” de carrizo para darle forma. El decorado va a cargo de cada artesano y su imaginación, pues cada uno le otorga su sello a cada pieza.
Con el auge del combate a los plásticos como medida para ayudar al medio ambiente, los artesanos se han visto una ventana de oportunidad para crear artículos de carrizo para sustituir a los del material antes mencionado, como los popotes, servilleteros, lámparas, tortilleros, bolsas de mano, fruteros, entre otros.
A pesar de ser piezas únicas y funcionales, al igual que otras artesanías, se enfrentan a la comercialización poco justa.
Esta actividad está en peligro de extinción debido a varios factores, uno de ellos las costumbres que van cambiando; los jóvenes y adolescentes ya no se quieren dedicar a ese oficio a pesar de que lo ha realizado su familia por bastantes años.
También en gran parte se debe a la pérdida de clientes, la falta de salida del producto a nuevos mercados. Y si a eso le sumamos que los pocos clientes que hay tienden a demeritar el trabajo al regatear, las posibilidades de que el oficio de la elaboración de artesanías hechas con carrizo pueda desaparecer aumentan, ya que cada día son menos la personas que aún continúan con esta tradición.
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