Las artesanías mexicanas son fácilmente reconocidas en el mundo gracias a sus colores, formas, figuras, materiales y la creatividad de quienes las producen.
Por ello muchas personas son atraídas para adquirir alguna pieza que represente la esencia de nuestro país. Y algo que claramente nos representan son los zapatos artesanales.
En México, con respecto al calzado existe una gran variedad de estilos y materiales. Desde botas hasta huaraches.
Debido a la diversidad geográfica del país, el calzado se adapta a las condiciones del terreno de cada región.
Por ejemplo, en el norte que es más árido, existen puntos importantes de producción de piel vacuna para el calzado, como León, Guanajuato, donde se ha logrado una particular destreza en la fabricación de botas de piel.
Por otra parte, las sandalias y huaraches son muy comunes en el sureste del país, hechos de piel o tela, con acabados lisos o decoraciones de otras artesanías como símbolos huicholes.
El término “huarache” proviene de la voz “kwarachi”, esta palabra era usada por la comunidad purépecha (Pueblo indígena que habita principalmente en Michoacán, Guanajuato y Guerrero).
El origen de este calzado nos remonta al periodo precolombino, esto quiere decir que se reconoce su presencia en tribus y pueblos indígenas desde muchos años antes de la llegada de los españoles, pero eso si debemos mencionar que fue después de su des embarcación que el cuero bovino fue introducido en la fabricación de los huaraches, hasta entonces solo existían los huaraches confeccionados en ixtle o henequén (planta resistente del genero de los agaves), hechos con dobleces a manera de alpargatas.
Inicialmente el huarache fue un calzado asociado a la vida de campo, con un significado muy marcado que denotaba la posición social de la persona que lo portaba. Gracias a distintos factores fue popularizado con el paso del tiempo.
Podemos resaltar que la comodidad de los huaraches se debe principalmente a sus materiales de fabricación, ya que el cuero cuenta con propiedades elásticas que se amoldan a la forma de tu pie.
Hoy en día seguimos viendo la figura del “huarache tradicional”, silueta trenzada de distintas formas gracias a la imaginación de los artesanos.
Al principio el huarache era elaborado en suela de baqueta o mecate, mientras que actualmente podemos encontrar piezas en donde se ha incluido el hule a su lista de materiales junto con otros detalles decorativos.
También existe ya una amplia variedad de diseños, colores e incluso siluetas distintas, sin embargo, el huarache y su figura típica nos cuentan parte de nuestra historia cultural como mexicanos, mientras que enaltece el trabajo hecho a mano por cada artesano que comparte con nosotros su pasión y dedicación en cada una de estas piezas.
Por eso y mucho más el huarache, siempre será un zapato extraordinario que trascenderá tendencias y fronteras.