El propóleo parece ayudar a combatir bacterias, virus y hongos. El propóleo rara vez está disponible en su forma pura… estos son algunos datos de esta peculiar obra de las abejas; pero si quieres saber más continúa leyendo.
¿Qué es el propóleo?
El propóleo es un material similar a la resina fabricado por las abejas a partir de las yemas de los álamos exudados de savia u otras fuentes vegetales y que luego procesan en la colmena como sellante de pequeños huecos, en ocasiones mezclado con cera y para “barnizar” todo el interior de la colmena.
¿Cuál es su origen?
El termino propóleo proviene del griego Propolis que significa “defensa de la ciudad” (Pro-antes de Polis-ciudad, lo cual se traduce como defensas antes de la ciudad o Defensor de la ciudad).
Los griegos lo usaban para hacer un perfume muy apreciado.
La referencia más lejana del propóleo data del antiguo Egipto, donde era bien conocido por los sacerdotes, quienes tenían en sus manos la medicina, la química y el arte de embalsamar los cadáveres; dentro de esta última disciplina, el propóleos era una de las sustancias más utilizada. Las célebres momias se han conservado hasta nuestros días, gracias, entre otras cosas, a los propóleos.
En el primer libro médico, libro de preparación de medicamentos para todas las partes del cuerpo humano, en el papiro de Ebers (escrito aproximadamente en el 1700 a.c.), se mencionan la cera y el propóleo como medicinas. Ha sido utilizado por casi todas las civilizaciones, china, hindú, romana, persa, inca y otras.
En la Biblia se habla del propóleo con otro nombre (tzorí). Primero, cuando José es vendido a los ismaelitas que iban de Galaad (Guilad) a Egipto, se dice que la caravana de camellos llevaba perfumes, bálsamo (propóleos) y mirra (Génesis 37:25). Luego, cuando Jacob pide a sus hijos que le lleven al primer ministro de Egipto como regalo, lo mejor que hubiera en el país de Canaán, menciona en este orden “un poco de bálsamo (tzorí) y un poco de miel, perfumes, mirra, pistachos y almendras” (Génesis 43:11), alrededor del año 1 700 a.c.
Los profetas hebreos lo mencionan como bálsamo de Galaad o Judea, o simplemente le llaman resina (tzorí), para uso médico (Jeremías 8:22; 46:11 y 51:8, Ezequiel 27:17) y se hace referencia a que era un importante producto en el comercio de los antiguos reinos de Judá e Israel, al igual que el trigo, la miel y el aceite.
En las trepanaciones de cráneo que se practicaban en la Edad de Bronce, se empleaba el propóleos.
Los incas, en el periodo precolombino lo utilizaban para tratar los procesos inflamatorios febriles y las heridas infectadas.
El médico y filósofo persa Avicena, en el siglo XI, ya lo utilizaba para curar las heridas de flechas.
Otros datos:
Ambroise Paré, padre de la cirugía francesa, y al que se deben la ligadura de las arterias en sustitución de la cauterización, y la cura racional de las heridas por armas de fuego; en la primera mitad del siglo XVI usaba el propóleo con fines médicos.
La madera de los instrumentos musicales, fabricados por los famososartesanos italianos de los siglos XVII y XVIII, era tratada y barnizada con aceites de propóleos. Stradivarius barnizaba sus famosos violines con estas mezclas.
Los cafres sudafricanos en el Transvaal lo empleaban como Incienso.
Durante la guerra anglo-boer (1899-1902) en África del Sur, se usaban vendas impregnadas en propóleo con vaselina {“propóleo vasógeno”) para curar las heridas de guerra e Impedir la aparición de gangrenas.
Si un reptil o cualquier otro enemigo de las abejas, se introduce dentro de la colmena, las abejas lo matan y luego lo embalsaman con propóleo, evitando así su descomposición.
Es utilizado para mejorar el sabor de muchas bebidas, entre otras el ron.
El propóleo es el mejor cicatrizante conocido, es uno de los mejores productos antibacterianos y antifúngicos de amplio espectro.
Es 3,5 veces más potente como anestésico que la morfina.
Se utiliza en casi todas las ramas de la medicina por sus propiedades.
El propóleo es rico en bioflavonoides y aceites esenciales, además de contener oligoelementos, vitaminas y aminoácidos.