El metate tenía tanto valor cultural en la época prehispánica, que romper uno significaba un insulto hacia la familia.

Las nuevas generaciones tal vez no tengan este utensilio en su cocina, pero de seguro alguna vez lo habrán visto un metate en casa de su abuelita, tal vez en un mercado o en un puesto de cocina tradicional. Y es que, aunque no lo creas, este utensilio de herencia prehispánica sigue siendo muy popular. Con el metate se pueden hacer una infinidad de cosas, por eso el día de hoy te platicaremos no solo un poco de su historia también de otras curiosidades que alberga este artefacto.

Su nombre proviene del náhuatl metetl, que significa “piedra de moler”.

Este se compone por una piedra, usualmente rectangular, y con ella se muele el maíz y el cacao, entre otros vegetales que sirven como alimento.

El metate se acompaña del metlapilli (mano de metate), que una piedra cilíndrica con la que se muele.

Además de moler alimentos, también es una herramienta que sirve para obtener pigmentos, ya sean minerales o vegetales, además de sustancias cuyo fin es el medicinal.

Para evitar la mezcla de sabores, se fabrica con piedra volcánica de baja porosidad, aunque también se pueden encontrar elaborados con barro cocido o piedra de granito.

El metate surgió en la época prehispánica y se utilizó desde entonces por diferentes culturas, las cuales ocuparon el territorio de México, Guatemala, Belice, El Salvador, Honduras y Nicaragua.

Este instrumento fue de suma importancia no sólo para la cocina, sino para la economía en general, antes y después de la Conquista, ya que era el medio principal para obtener harinas, salsas, colorantes y otras sustancias.

En la antigüedad al ser elaborado con piedra volcánica o granito, era una de las piezas más costosas del hogar, por lo que se le adornaba con grabados para identificarlo, y era usual que formara parte de la dote matrimonial.

Moler en un metate parece fácil, pero no lo es. Y es que hay que tener bastante paciencia y dedicación. Esta tarea era enseñada de madres a hijas, es decir que este conocimiento se transmitía de generación a generación, para que éstas adquirieran la destreza necesaria para cuando formaran su propia familia.

Debes tener cuidado al usarlo porque si no mueles en de forma correcta, podrías lesionarte los dedos o las muñecas.

En la cultura popular, el metate también forma parte de la infinidad de frases y refranes que existen en México como: “a muele y muele ni metate queda; mala para el metate, pero buena para el petate; con la que entiende de atole y metate, con esa cásate”.

Debido a la modernización e incorporación de la electricidad, el metate fue visto como un artefacto anticuado, y visto como símbolo de pobreza y marginación. Sin embargo, tanto el metate y el molcajete han vuelto a ser populares hoy en día, debido a que su uso mejora el sabor de los alimentos.

Y ¿Tu ya tienes tu metate?

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