Aprobaron, por unanimidad, la Ley que protege el patrimonio cultural indígena y afromexicano.
México está entre los primeros tres países con mayor producción artesanal, más de 12 millones de personas se dedican a las artesanías. Y el sector textil ocupa el segundo puesto de producción de la gama artesanal mexicana.
Sin embargo, entre 2012 y 2019, al menos 23 marcas internacionales han plagiado diseños textiles artesanales de comunidades mexicanas, de acuerdo con el conteo de la ONG mexicana Impacto.
Con el fin de darle la protección adecuada y suficiente, para erradicar el plagio de textiles artesanales se pone en marcha la regulación para la protección de derechos de propiedad intelectual colectiva que retribuyan la autoría a las comunidades artesanas a través de la Ley Federal de Protección del Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas y Afromexicanas, que promete visibilizar y frenar esta problemática.
La Ley se deriva de una iniciativa que originalmente presentaron, desde noviembre de 2018, el senador Ricardo Monreal Ávila y la senadora Susana Harp Iturribarría.
Tras tres años de revisión y proceso legislativo, en noviembre de 2021 el Senado de la República aprobó por unanimidad, con 98 votos a favor la ley y entró en vigor el 17 de enero de 2022.
El nuevo ordenamiento establece un conjunto de dispositivos normativos para conferir a los pueblos y comunidades el reconocimiento de la propiedad colectiva de las expresiones de su patrimonio cultural, tangible e intangible, así como la posibilidad de determinar, en beneficio de quienes integran los pueblos y las comunidades, el uso, aprovechamiento, comercialización o explotación por parte de terceros.
Dato extra: En el caso de las denuncias, serán las autoridades judiciales quienes atiendan las demandas por el uso no consentido con fines de lucro.
Los textiles artesanales mexicanos son parte del patrimonio cultural y deben ser protegidos, pues traen consigo técnicas y conocimientos ancestrales que se han transmitido por generaciones, además de representar en su iconografía elementos intrínsecos de los pueblos indígenas.
El trabajo textil de las comunidades indígenas, no son solo prendas o pedazos de tela con un valor estético, sino que lo representan todo para la comunidad, es por eso que cuando una marca o un tercero comete plagio, se roba parte de su identidad y de su tradición.
De acuerdo con el artículo 1 de la Ley Federal de Protección del Patrimonio Cultural, esta legislación “tiene por objeto reconocer y garantizar la protección, salvaguardia y el desarrollo del patrimonio cultural y la propiedad intelectual colectiva de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas”.
Asimismo, de acuerdo con el artículo 2, busca “establecer las sanciones por la apropiación indebida y el uso, aprovechamiento, comercialización o reproducción, del patrimonio cultural, conocimientos y expresiones culturales tradicionales de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas, según corresponda, cuando no exista el consentimiento libre, previo e informado de dichos pueblos y comunidades o se vulnere su patrimonio cultural”.
La nueva Ley de Protección al Patrimonio Cultural intenta abrir camino para eliminar o al menos disminuir casos de plagio de las expresiones culturales tradicionales, pero a nosotros como mexicanos y consumidores ¿Qué nos toca hacer?
- Procurar comprar directamente con las artesanas y/o lugares que resguarden los intereses de las mismas.
- Tener claro quién hizo la prenda.
- Conocer la técnica y el proceso de elaboración, reconocer todo el trabajo que hay detrás y respetar el precio que las artesanas asignaron a cada prenda.
- Portarla con respeto y orgullo, saber que ese trabajo textil representa a la comunidad y es parte de su esencia.