La Comida Mexicana, Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
El 16 de noviembre de 2010, la Unesco declaró Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad a la gastronomía mexicana. Por ello, durante esta conmemoración se busca crear consciencia para preservar los valores culturales que se expresan a través del arte culinario, a fin de impulsar así también la riqueza natural del país y fomentar la elaboración de alimentos tradicionales.
En el año 2010, la gastronomía mexicana fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO). Gracias a esto, se enalteció que la cocina en México sea considerada elemento crucial de identidad nacional, debido a su historia, creatividad, diversidad y trascendencia.
Una de las personas que hizo posible este reconocimiento es Gloria López Morales, escritora, periodista y diplomática mexicana, además de fundadora y presidenta del Conservatorio de la Cultura Gastronómica Mexicana (órgano consultivo de la UNESCO). Gloria ha dedicado las últimas dos décadas de su vida al rescate, salvaguarda y promoción de la comida tradicional mexicana como una de las expresiones más sobresalientes del Patrimonio Cultural del país.
La UNESCO cuenta con un gran número de convenciones internacionales que se encargan de rescatar, salvaguardar y proteger los diversos patrimonios de la humanidad. En el 2004, se hizo un primer intento por introducir la gastronomía mexicana a alguna de estas convenciones, mas no se logró. Fue hasta el 2010 que ésta entró en consideración y, tras elaborar un exhaustivo Expediente de Candidatura y un intenso análisis, el objetivo se logró con éxito y la cocina mexicana pasó a ser Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
La gastronomía mexicana fue considerada como Patrimonio por la UNESCO ya que ésta demuestra cierta antigüedad y continuidad histórica, también goza de un papel importante como elemento de identidad para el pueblo mexicano, es de elaboración colectiva, se apoya en productos originarios de su tierra y presume una gran creatividad en sus cocineros, mismos que a lo largo de los siglos han ido perfeccionando esta gastronomía. “Es una dieta muy nuestra, equilibrara y sana, que por milenios alimentó al pueblo mexicano”, explica la experta.
En cuanto al turismo gastronómico en nuestro país, éste es el segundo elemento que más derrama económica genera en el turismo en México. “El patrimonio gastronómico, la cocina mexicana, las cocinas regionales y locales se han vuelto en uno de los más poderosos atractivos para el turismo interno y externo. La gente se mueve en busca de nuevos sabores, sabores originarios. El turismo ha evolucionado mucho y ahorita el concepto de destinos gastronómicos es importantísimo. Es un hecho que la gente busca museos, centros históricos y playas, pero buscan también dónde comer sabroso y bien. En ese sentido la cocina mexicana está siendo un atractivo inigualable”, Destinos culinarios en México son reconocidos porque se han encargado de promoverse y dar a conocer sus bondades; siendo éstos estados Oaxaca, Puebla o Yucatán. Mas ahora, hay muchos otros destinos importantes en el país que se están manifestando como miembros cruciales, cosa que antes no hacían, y que tienen mucho que ofrecer; como Nayarit, Colima, Chiapas o la Ciudad de México.
La cocina tradicional mexicana es un modelo cultural completo que comprende actividades agrarias, prácticas rituales, conocimientos prácticos antiguos, técnicas culinarias y costumbres y modos de comportamiento comunitarios ancestrales. Esto ha llegado a ser posible gracias a la participación de la colectividad en toda la cadena alimentaria tradicional: desde la siembra y recogida de las cosechas hasta la preparación culinaria y degustación de los manjares. Los elementos básicos del sistema son: el maíz, los fríjoles y el chile; métodos de cultivo únicos en su género, como la milpa (cultivo por rotación del maíz y otras plantas, con roza y quema del terreno) y la chinampa (islote artificial de cultivo en zonas lacustres); procedimientos de preparación culinaria como la nixtamalización (descascarillado del maíz con agua de cal para aumentar su valor nutritivo); y utensilios especiales como metates y morteros de piedra.
A los productos alimentarios básicos se añaden ingredientes autóctonos como tomates de variedades diversas, calabazas, aguacates, cacao y vainilla. El arte culinario mexicano es muy elaborado y está cargado de símbolos: las tortillas y los tamales consumidos diariamente forman también parte de las ofrendas realizadas el Día de Muertos. En el Estado de Michoacán y en todo México se pueden encontrar agrupaciones de cocineras y de otras personas practicantes de las tradiciones culinarias que se dedican a la mejora de los cultivos y de la cocina tradicional. Sus conocimientos y técnicas son una expresión de la identidad comunitaria y permiten fortalecer los vínculos sociales y consolidar el sentimiento de identidad a nivel nacional, regional y local. Los esfuerzos realizados en Michoacán para preservar la cocina tradicional destacan también la importancia que ésta tiene como medio de desarrollo sostenible.
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